El "
partido" nieto del fascismo le pide
integridad moral al Gobierno italiano. Di perduto al fiume.
Berlusconi, ese gran
humorista,
boxeador,
relaciones públicas,
estratega... ¿Habrá que suicidar Italia y que se desintegre en tercetos y cuartetos confederados (como
Cataluña se descompone en greguerías y Castilla en provincias octosílabas)? Ahí les mando
un soneto de vuelta, de Quevedo, para que lo tomen como modelo de división territorial:
Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas,
y tumba de sí propio el Aventino.
Yace, donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades, que blasón latino.
Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepoltura
la llora con funesto son doliente.
¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.